Mientras las mesas se llenaban de gaseosas, vinos finos y comida, los invitados (entre ellos yo) fuimos a ocupar el lugar que nos fue asignado;un total de casi setenta personas, comiendo brindando y festejando que ella (y el) se casaron, se unieron. Cuando por primera vez la vi hace dos años y unos cuantos meses su belleza no dejo de cautivarme; era una niña sencilla, graciosa y se sonrojaba con solo hablar. Al momento del brindis (como durante toda la cena) la mire, siempre hago lo mismo, y me pregunte una y mil veces que era aquello que los llevo a unirse de esa manera, ¿que fue?, ¿amor?, y sin embargo quien era yo para decir algo asi.
Cuando niño formé un ideal deseando encontrar a una mujer como ella o como otras tantas que conocí, pero que luego abandoné, cuando crecí senti ese ideal mas cercano, en si estaba enamorado como muchos otros jovenes y era todo perfecto, nada estaba en contra de lo que yo sentia, hasta que yo mismo me puse en contra de ello. Hoy no me casaría, mañana tampoco, no se puede amar de a tres. Entré en un imaginario fantástico, seguía bebiendo (champagne, vinoy licores varios), no estuve ebrio en ningun momento, seguía preguntandome y caminando en la pista. No se puede amar de a tres, no puedo aquilibrar eso de tres, de varias personas en una misma.
Solo el baile me contuvo, ¿de que? de ir corriendo a la pileta y dejar que mi traje se arruinara; de agarrar su cintura y besarla; de tomar una botella de champagne de una sola vez; de fumar y fumar; de nada. Compartir con ella, mis demás amigos y su flia fue lo mas hermoso, y es que lo estaba viviendo, lo estaban viendo. En cambio, muy dentro mio sucedía el acercamiento del sol en esa madrugada fresca. "miles de pajaros volaron para emigrar y solo uno quiso volar en sentido contrario", mas allá, mas acá, no estaba en ese momento pero lo recuerdo... al bajar del auto me dijo,,,"ahi llega mi invitado especial".
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