sábado, 18 de julio de 2015

ESA MALA COSTUMBRE


>I
> llegada la noche en el pueblo norteño de Palma Caida cercano al rio del mismo nombre, alli donde las noticias llegan a tiempo pero no preocupan a nadiey entres casas, negocios, luces, gente yendo y viniendo a
>pasos cada vez más pausados, marcando el inevitable fin del día, el
>pueblo está en espera de una fiesta, solo por dicha, para celebrar
>un acontecimiento poco común para todos, tal vez un evento, una celebracion, pura felicidad.
> Cada quien abrió su corazón a sentimientos de escasos limites
>que se contagian curiosamente llenando de vida a quien esta a su
>lado. Nadie abusó de sus vicios, todos respetarán lo que viene; el
>alma hasta puede estar más limpia, sin pesares hacia ellos mismos u
>otros, nuevamente, un hecho curioso.
> Juan esta desnudo, como le gusta sentirse, frente al espejo,
>como le gusta verse, con agua y jabón haciendo de cuenta que su
>dicha será idéntica a la de cualquiera que vea el próximo día. Poco
>a poco limpia su cuerpo; piernas y pies, manos y brazos, torso y
>espalda, deteniéndose a reconocerlos un instante, jugando a amar su
>cuerpo con caricias suaves.
>II
> Mientras se viste enciende una vela, odia la luz de focos
>prefiere la suave opacidad que lo invita a no ver mas allá de su
>piel. Se recuesta, mira a través de la ventana un cielo cubierto de
>nubes cambiantes del rojizo al gris oscuro. Cuando todavía esta en
>ropa interior decide desnudarse nuevamente, abrir las ventanas de
>par en par y apagar la vela; queda completamente solo, encerrado y
>piensa en silencio piensa:
>-soy un hombre de lagrimas, un hombre que llora dicha y tristeza,
>que busca olvidar un día entre tantos años, sin embargo, intento
>aceptar.
>-soy un hombre de sangre, un hombre que encontró en la vida el calor
>de la piel, el fuego de los cuerpos, el incesante palpitar de la
>carne en el suelo.
>-soy un hombre vacío de todo lo que puedas amar, de todo lo que
>puedas creer, de todo lo que hayas de experimentar, porque amé,
>creí, experimenté pero no todo acabó en ello, aún hay más; y por
>cada minuto que vivo, por cada letra tuya que puedo ver, por esa
>mirada única que me permites conocer, siento.
> Aquí, desnudo, a mi lado te tengo, el humo de aromas solo me
>perturba la locura de este cofre donde estás, estoy, estamos; donde
>por ti miro un espejo y por mi regalas colores. Mientras siga el
>cielo gris, mi ventana abierta, la luz a tientas y mi cuerpo tendido
>cubierto de lo que amo, sigo en ti y sigo por mi.
> Dos horas más Juan siguió en el suelo encontrando la paz de
>pasiones solitarias que él conoció sin querer, sin avisos, y sin
>secretos. Cerca de la media noche se puso de pie, tapó sus partes,
>tapo sus único cuerpo.
>III
> Cuando estuvo listo, antes de salir, dio un último vistazo al
>espejo, para recordar, para recordarse para intentar alegrarse de lo
>que siempre lo acompañaba. El reflejo era claro, demasiado para su
>gusto. Apagó la luz rió un poco para escucharse en la penumbra total
>y sentir qué era aquello que provenía de su interior, la risa
>continuó mientras apoyaba sus manos en los azulejos que de a poco
>transpiraban, si bien intentaba no pensar en algo, lograba pensar en
>todo, recordar la noche anterior en la que cruzó a una ex novia; el
>saludo de sus padres al dejarlo solo; las tardes de niño mientras
>luchaba en un bosque imaginario lleno de bestias; sus amigos ineptos
>a la hora de comprenderlo y sus amigos hermanos a la hora de un
>abrazo; y reía, recordaba, no añoraba y reía; sus vicios tan
>solitarios como el mismo, sus gustos tan peculiares como el mismo;
>se había convertido y encontrado en un estrecho lugar lleno de
>oscuridad, risas, una noche vacía e ideas locas. Encendió la luz.
> El espejo estaba empañado, su reflejo, su imagen, el mismo
>estaba borroso, se sintió mejor con respecto a eso; hacia ya un
>tiempo que decidía callar, silenciar alegrías y mostrarlas
>únicamente ante espejos individualistas y certeros. Esto no lo hacia
>por nadie, era un juego, un fetiche, tal vez un escape mas para no
>pertenecer al aburrido mundo al que pertenecía. Enjugó su rostro,
>con calma, con serenidad retrató un bufón y salió.
>IV
> ¿Quién más?, ¿qué más?. Me paso la vida haciéndome preguntas
>estúpidas, cada noche, mientras duermo, recorro caminos
>interminables que se amplían aún mas al despertar. Todo me resulta
>una puta mentira, una obra con actores hipócritas y egoístas que no
>pueden llegar a ver mas allá de su nariz, con ellos interactúo, me
>comunico, trabajo, almuerzo, juego, río, lloro, me embriago,
>practico el monótono arte del sexo; mil veces grité e hice gritar,
>mil veces sentí eso que desean festejar, o ¿tal vez no?.
> Alguna vez visité un psicólogo buscando despejar dudas acerca
>de mi modo de pensar, al parecer todos me convencieron de que no
>podía siempre estar al margen de lo “típico y normal”, era indebido
>no pretender caerle bien al anciano, al culto, al ignorante o al
>vecino. Resultó curioso, escuche nueva música, vi fotos que me
>recordaban a la leche con vainillas que de niño sabia merendar,
>observe peculiaridades de la mente humana que muy desconocidas no me
>parecieron y mucho menos “fuera del contexto” en el que puede vivir
>una persona cualquiera, como yo.
> Soy un hombre divino con un alma o esencia, al parecer, sin un
>dios...
> El simple hecho de caminar lo envolvió en estos pensamientos,
>divagando en la cuasi-alegría que había dibujado al salir; los
>bufones están para eso, para sonreír, cantar y bailar.
>V
> Debía encontrarse con amigos, otros hombres y mujeres que
>estaban, como el resto del pueblo, llenos de expectativa por la
>fiesta. Una inquietud muy clara, que podía desbocar en simple
>ansiedad, hambre de ver que sucederá, sedientos por encontrar otro a
>quien simular y, de esa manera, parecer tan igual, tan unido, tan
>común, tan feliz como el mejor histrión de entre todos ellos. Eso no
>los hacia malas personas. Para Juan era mejor tener agallas y
>soportar toda la vida que actuar por cobarde y ser irregular.
> Al llegar a casa de Clara una de sus amigas, la mejor tal vez
>la peor quizás, saludó a todos cordialmente, un beso a las mujeres,
>un abrazo a los varones. Todos rituales espontáneos que con el
>tiempo pierden sentido, pues él sentía por absurdo que parezca,
>encontrarse en medio de animales de instinto que hacían “lo justo” o
>“ lo de siempre” en un ambiente familiar donde rondaban mentiras,
>historias, odios y sonrisas plenas con augurio de tiempos
>interesantes. Y estos seres se devoran mutuamente, es que, es lo
>natural matar o morir, matar y matarse.
>VI
> Observar, escuchar, callar, respirar. La noche era invadida
>por las risas, llena de todo lo que a Juan le causaba gracia
>irónica, momentos interminables, el tiempo apostaba a detenerse, a
>pasar en cámara lenta, a fotografiar detalles obsoletos para ser
>archivados en una memoria maníaca de personas y puntos, la suya.
> Respirar, sentir, dejar. No era tan molesto, después de todo,
>junto a él estaban aquellos valores de su vida para compartirlo todo
>(ineptos y hermanos), al fin de cuenta, humanos.
> Respirar. La ocasión siguió su curso ineludible, las bebidas
>y carcajeos convergieron a los celebrantes, que no estaban ebrios
>totalmente, lo único que hacían era practicar la felicidad.
> Juan no estaba triste, sí un poquito cansado. Bebió un solo
>vaso de vino y se mantuvo tres horas sentado, nadie quiso
>molestarlo, el era así, y muchas veces su expresión era suficiente
>para no inquietarlo. La gente necia siempre se deja llevar por lo
>que ve y jamás pregunta, - ya es suficiente- pensó él.
> A las cuarto de la madrugada decidió marcharse. Desde la
>puerta se despidió de todos sacando otra fotografía imaginaria con
>una sonrisa.
>
>
>VII.
> Camino a casa buscó cigarros, encendió uno y mientras andaba
>logró, muy lentamente, contar trescientas cuarenta y cuatro
>estrellas, cuarenta árboles, cinco perros, dos coches, cincuenta y
>nueve casas del lado derecho y sesenta y tres del lado izquierdo;
>pudo dar mil doscientos treinta y nueve pasos, patear dos piedras,
>matar una araña (controlando su fobia), y hacer veinte pitadas.
> Una vez en casa notó que todavía estaba vacía. Prenda por
>prenda dejó las zapatillas en la sala, la camisa en la cocina, el
>pantalón en el baño y una musculosa junto a la heladera al tomar un
>vaso de agua.
> Casi desnudo encendió el audio, buscó otro cigarrillo y una
>medida de whisky. En tanto bailaba cerró los ojos, visualizó un
>camino vacío en el que no recordaba nada ni a nadie; a lo lejos
>había una silla, quiso llegar a ella pero sintió miedo. Un tanto
>mareado se contuvo y decidió acostarse, abrió las ventanas, subió el
>volumen, estaba amaneciendo, extendió los brazos y piernas.
> Sus padres y hermanos lo encontraron unas horas después cerca
>del balcón, mirando hacia el sol, respiraba pero no pudieron
>despertarlo. En el pueblo la fiesta había comenzado.
>
> Fin.
>

lunes, 7 de enero de 2013

1989

"recordé esa noche, y un niño hermoso que también está en la fotografía, y como lo miraba en ese entonces, y era extraño y hermoso mirarlo".

martes, 29 de noviembre de 2011

tiene que ver con el hastío
con la decadencia,
tiene que ver con estar en un presente
en una cueva
tiene forma de hombre
tiene corazón y dolor
pero no halla descanso
no hay paz.

domingo, 23 de octubre de 2011

Puff!

encontré un cielo de luz, sin estrella alguna que lo marcara

miré al suelo partido, el agua al borde, las noches de luna y las veces que no vi los sueños, todo en un instante,


traé vos la direccional, el paseo de las hadas inicia con el sonrojo de mis mejillas,

sabés, se organizarán los movimientos,

después, solo después estás en otro mundo,

el paseo de alas transparentes y el polvillo en el aire,


entre el blanco poste, la orilla tempestuosa, un bar encantado y carteles mayores que mi fijación,

entrá, las plazas, mitades que atraviezan las anchas caderas de una mujer facil,

mirá, las cuadras, inmensos torsos grises que cubren el sol en el día,

lo que es, lejanía con cadenas.




jueves, 6 de octubre de 2011

                                                                    Facundito,

las mañanas Facundito,

y los palillos en la mesa después de salir.


es lunes,

el negocio de la vida espera,

y más allá,

sin aviso,

el tiempo se detiene.


                                                                    

El té,

los bizcochos medio calientes de apurado nomás,

de grasa, de la vuelta,

un juguito de limón,

casi las nueve Facundito.

¿dónde dejó todo?

Que no vaya a ser,

que no suceda,

que la tristeza no sea culpable de los domingos vacios.


                                                                     


a lo de la Guille,

la familia cercana,

la familia dormida,

un poco más a esperar,

tu chueca, el mechudo,

para cuando sea,

bien sencillo Facundito,

demás mucho ya.



viernes, 17 de diciembre de 2010

EME

La soledad de los hombres,

el silencio del dolor,

el dolor de permanecer en silencio,

en soledad,

con un inmenso dolor,

el hombre y sus veinte años,

reniega de su dolor,

silencia sus alegrias,

por los caminos arruinados,

maldita razón,

malvado dolor.

viernes, 22 de octubre de 2010

las mariposas no dejan de volar,

pareciera que el tiempo nos afecta y la piel inicia su deterioro,

la pequeñez de su mundo maravilla mi dolor,

y llueve, pero el vuelo no se detiene.


el polvillo de las alas rellena el aire,

atras tuyo, detràs mìo, una llaga que inicia en la nuca y parte mi espalda.

martes, 10 de agosto de 2010

baño

Vení por detrás pequeña, le dijo la anciana mientras ambas, de la misma manera en que los sepelios conducen el cuerpo a su morada eterna, se dirigieron al baño principal de la casa vacía; "quiero que veas como el agua, cuando estas desnuda en medio de la bañera puede ser atrevida con tu cuerpecito, puede ser atrevida y jugar, mientras que vos te sentás, ella logra acariciarte, aunque no me creas"
La nena, de piernas blancas y sonrisa carmesí, adornada con cintas turqueza, un tierno camison albino con detalles de florecillas amarillas que semejaban los dientes de león, un par de medias que a cada paso adquirieron el tono rojizo del piso recién encerado que le llegaba a las rodillas siguió las indicaciones de su abuela hacia las tibias aguas; "es verdad abuela, pero es buena, no me lastima"

sábado, 3 de abril de 2010

las seis luces de la cámara brillaban

y se me fueron como si nada,
un puñado de porquerias,
mil pedacitos de pedazos.

Llevo poco menos de dos horas,
y se esfumaron,
volvieron a cualquier gusano diminuto que los esperara,

tengo forma de recuperarlos?
No.
Es imposible,
el desastre concluyó.

Puedo lamentarme por todo esto?
podrás hacerlo pero pronto lo olvidarás,
todo va al olvido...

Odie algo al hacer esto?
posiblemente,
el ser humano es un ser equívoco,
creado por equívocos.

Dios se equivoca?
la respuesta es sencilla,
no hace falta una situación como esta,
de pedazos esparcidos, tirados, vuelcos.

Al principio y al final,
no existen sorpresas,
solo un puñado de porquerias.

domingo, 7 de febrero de 2010

Caprichito


Tarde jugá nenito,

hasta tarde que la pelota no se desinfla,

tira contra el vidrio,

que se rompe y compramos otro.


Tarde juga pendejito,

la pelota es de cuero,

rebota en la ventana,

si lo haces de nuevo seguro lo rompés.


Se rompió luquitas, no llegó a rebotar,

le pegaste fuerte,

el cuero... en el aire,

te quedaste sin pelota, sin pelotita mi amor.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

21:43

no te toques

te espero temprano,

te doy un beso,

tomo algo para la cabeza y seguimos con esto.

sábado, 22 de agosto de 2009

Agua

¡Que calor esta haciendo!, ¡que manera de transpirar!.

Te extraño, estoy muy desordenado. Te extraño. Falta un mes. Te amo. Quiero verte. Un mes. ¿Sabes que te pertenezco?.Que bien, que mal se siente.

Lo único cierto es que el bienestar propio es obtenido, afecta a los que rodean a uno e inmediatamente nos vuelve a afectar, nos lleva a considerar nuevas posibilidades, otras formas de “amoldar” a la realidad imperante (por más nuevas que sea). Es cierto, verdadero, real; no estoy satisfecho con lo obtenido. Necesito lo que no me fue concedido aún.

Que bueno que pude escribirte y con eso calmar un poco todo lo mal que me sentía. El hecho de ver que el sol está cada día más ardiente en este lado del mundo no me ha hecho muy bien.

A veces, quedarme horas y horas bajo la ducha no es suficiente. Esa rutina, como todas las demás, me aterra; lo sabes, quitarme el calzado, las medias (primero la izquierda y luego la derecha) patear bajo la cama y no guardar en la mesita de luz. Desprenderme el pantalón intentando que los flashes de recuerdos tuyos desnudándome no alteren mi rostro si se hicieran presentes en mi, en fin, no los puedo evitar.

Mis piernas están muy blancas, el aire que las acaricia es como sentir el agua que me recorría por la espalda aquellas tardes de carnaval cuando los chicos eran chicas y los diablos ángeles, ¿lo recuerdas?; decidimos fugarnos de la multitud.

Mi amor, le escapo a los espejos.

El ruido del agua cayendo al piso, el ruido del agua cayendo en mis dedos, el ruido del agua mojando mi cabeza, el ruido del agua.

La imagen de mi transpiración que se borra de a poco, la imagen de transpiración que se resbala en mi. Tomo el jabón, el shampoo, la esponja. Te amo.

Para colmo de males aquella noche…
- Me voy a bañar…

- ¿Querés que te bañe?

- ¿Me Querés bañar…?

- O bañarnos… ¿Querés, me dejás?(…)

- Deja de besarme.

- ¿Por qué? .

- Porque me enjabonas y después vas a tener jabón en la boca, y gusto a jabón, y …

- Tenés razón, tengo jabón en la boca.(…)

- Vení para aquí.

-¿Por qué? .

- Por que el agua se pondrá fría y empezás a temblar.

- Ey, no es tan asi. Uy! El agua está fría…

- Vení.(…)

- ¿Me secás?.

- ¿Te seco?.(…)

- ¿Lucas?

- ¿Si … ?

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