jueves, 5 de junio de 2008

Ñoquis con salsa

De madrugada, insultó al tránsito, la falta de luz y a sus compañeros de trabajo para llegar a casa y cenar. Luego de mandar mensajes de agradecimiento por los regalos recibidos quiso una gaseosa para acompañar la cacería de la noche, "estoy mas gordo"..."me cortaré el cabello"..."brota sangre de mi labio inferior, pero no es mia, ¿me habrán visto?".

Sentado y lamiendo sus patas observó que se ocuparon de cambiar el calendario. Ahora la imagen era del sagrado corazon de jesús y comentó:"qué curioso el corazon de jesus, lleno de espinas verdes". Escuchaba el disco de punk-rock que compró en su adolescencia; las letras de protesta que solían inspirarlo hoy solo le parecieron unas cuantas malas palabras con buen ritmo. Del estante de su costado derecho tomó un libro de Ian Mc Ewan. Detestó no comprenderlo.

Acabó la cena, la gaseosa de manzana. terminó y acabó un puto romance.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el sabado me paso algo similar, quizas solo estoy confundido, solo me sentia usado y un poco cansado de la rutina, igual el dia termino, lo extraño es ver que hoy se repitio nuevamente lo mismo.

Tus Busquedas

Google