tou, ouuu...

Me encontré tirado en la vereda de la cancha de futbol, esa, en la que jugaba cuando aun era pequeño y lo más importante era cruzar el campo a como diera lugar ganándole a todos.

Siento que de a poco la vida se me acaba y quise llegar hasta aqui; no tengo muchas ganas de abrir los ojos y ver que tan brillante esta el sol. Antes disfrutaba mucho eso, de paso veia las nubes y de alguna manera me quedaba horas en esa posición, era lindo, y alguna vez escuchè a algun caschi que el sol cambiaba mi mirada, la liberaba de los enojos por no comer tanto como me hubiera gustado. Hoy todo quedó atrás. Me duele el costado izquierdo, debe ser la pelea de ayer, pero qué podía hacer, eran tres y se me vinieron al humo por verme llegar hasta aqui, y eso que quise venir a entristecerme solamente. Uno de ellos se pasó de mano, me quitó algo de piel y es ese el dolor que siento. Ya venía rengo tambien, lo mismo, son maneras de irse decìa un callejero.
Quisiera que me viera la Pauli, y que me dé un último abrazo, pero capaz que no me reconocería. Cómo la quise a esa mina, era una nena cuando la conocí, y pasado el tiempo, bueno, ella decidió irse de la casa para laburar y no se qué más. La Pauli, seguramente fué la que me tocó en mi paso por la vida.
Miro la cancha y no puedo creer que haya pasado tanto tiempo, o capaz que unos pocos años a mi me parecen muchos, ¿es uno por siete verdad?. Me duele la pata, el costado y tengo hambre. Me dejaron en la casa, se olvidaron, creo que ya no vuelven, fué mucho esperar. Y el cielo esta bello, como cuando era un cachorro.